La Fundación Baltazar y Nicolás, dedica a mejorar la calidad de vida de familias en condición extrema, inauguró su nuevo centro de atención.
El vínculo indestructible que afianza el crecimiento de un niño y el amor a sus padres se consolida durante los primeros 3 años de vida. Una relación que la Fundación Baltazar y Nicolás se compromete a promover desde sus dos centros instalados en Lima.
«Con mis hijos a mí me ayudó un montón. Si bien dicen que los hijos son diferentes, a mí si me tocó hijos muy diferentes», es el testimonio de Maria Zamudio, madre de 3 niños, y que ahora acude al centro infantil de Baltazar y Nicolás con su hija Camila, de tan solo 4 meses.
Para María, este centro pedagógico le enseña cada día como alcanzar junto a sus hijos el amor más puro y profundo. Una opinión compartida con otras joven mamá como Saida Villa. «Yo me dedico a eso 2 horas con mi hija: a jugar aca, a la vez disfruto yo porque también me siento muy bien con esta fundación. Para mí es muy importante que mi hija asista a este lugar porque empieza a descubrir todo lo que ella quiere».
Más de 15 especialistas en educación realizan un servicio gratuito de acompañamiento integral y de alta calidad a familias que viven en situación de pobreza. En Jicamarca la Fundación Baltazar y Nicolás acaba de inaugurar un local más amplio, que permitirá recibir a 400 menores.
La fundación atendía en promedio a 100 familias hace años en un pequeño espacio construido dentro de una institución educativa en Jicamarca. Con la construcción de este nuevo centro infantil, Baltazar y Nicolás ha cuadriplicado su atención personalizada a menores entre los 0 y 3 años.
El centro ubicado dentro del colegio Veritatis Splendor, de la congregación de Hermanas de la Cruz, cuenta con ambientes saludables para niños y niñas, zonas de juegos donde podrán desarrollar sus capacidades junto a sus padres dos veces por semana.
«Enfocamos nosotros en el vínculo familiar. Lo que queremos es que los padres y las madres esten relacionándose con sus niños», manifestó Jana Reed, directora ejecutiva de la Fundación Baltazar y Nicolás.
Y un amplio espacio en el segundo piso, en donde estará el comedor, forma parte de la nueva infraestructura dedicada a mejorar la calidad de vida de decenas de familias peruanas, pero sobre todo darle la esperanza a la primera niñez de crecer rodeados de amor.
Te puede interesar:
También te puede interesar