En Comas, la aldea infantil SOS Perú alberga a cerca de 200 niños, entre peruanos y venezolanos, que recibien educación, cuidados y alimentación mientras sus padres están trabajando y buscando el sustento diario.
En la aldea solo se respira felicidad y alegría, aquí no se habla de Maduro ni de la grave situación que atraviesa Venezuela. En esta aldea no existe la distinción por nacionalidad, ni la discriminación hacia el prójimo.
Aquí hay amor y buena educación, valores para que los niños, que son nuestro futuro, crezcan en armonía y sepan que no existen fronteras entre los países hermanos.
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