La catástrofe se originó por una combinación de sequía y falta de precipitaciones provocadas por el fenómeno de La Niña. Las pérdidas ascienden a los 25.000 millones de pesos.
ITUZAINGÓ, Corrientes, Argentina, 21 feb (Reuters) – Los incendios seguían azotando el lunes la provincia de Corrientes, que ya calcinaron unas 800.000 hectáreas, provocando pérdidas millonarias y dañando flora y fauna protegida.
«La verdad es que la provincia está viviendo una catástrofe con el tema este de los incendios. Hay mucha pérdida de animales, el tema de la flora, la fauna. Encima esta era nuestra fuente de trabajo. Si perdemos esto, qué sería de nosotros el día de mañana», dijo a Reuters Luis Candia, un vecino que asistía a los bomberos, con la cara cubierta para protegerse.
Desde hace unos dos meses, bomberos, brigadistas, policías y voluntarios combaten el fuego, que se originó por una combinación de sequía y falta de precipitaciones provocadas por el fenómeno de La Niña.
«Se juntó todo: la seca de un año y medio, las altas temperaturas, la falta de lluvia y el estrés hídrico que ya tienen las plantas, el suelo mismo», dijo a Reuters Josefina Piñeiro, una residente de la zona.
Los incendios habían llegado la semana pasada al Parque Nacional Iberá, uno de los mayores humedales de agua dulce del mundo, donde vive una diversa vida silvestre que incluye especies en frágil estado de conservación como el ciervo de los pantanos, los yacarés y más de 380 especies de aves.
Imágenes de la zona mostraban grandes extensiones de campos quemados, animales huyendo del fuego o muertos y trabajadores exhaustos combatiendo las llamas con mangueras desde camionetas.
«Hay una pérdida muy importante en la fauna, en la flora, en la parte eléctrica. El fuego hizo estragos», dijo Orlando Bertoni, jefe de operaciones de Defensa Civil de Corrientes a una radio local el fin de semana. «No nos queda otra que esperar a la naturaleza».
«Lo que uno ve a diario, y yo que estoy en terreno, es lamentable, es deprimente. Nos causa angustia ver los animales cruzando las calles y a veces chocados en las rutas porque van desesperadamente buscando un refugio, más los que se han quemado», agregó.
Los incendios ya provocaron pérdidas superiores a los 25.000 millones de pesos (unos 234 millones de dólares) en Corrientes, una provincia productora de cítricos, arroz, tabaco, yerba mate, algodón, además de tener producción forestal, ganadera y agrícola, según la Sociedad Rural Argentina.
Para los ambientalistas, algunas de las causas del fuego pueden encontrarse además en la quema de pasturas para la ganadería intensiva y en la plantación de especies exóticas, que aumentan las posibilidades de que se expandan las llamas.
«La crisis climática, de la que tanto científicos como organizaciones ecologistas venimos advirtiendo, sumado a dos años de sequía extrema por el fenómeno de La Niña aumentan las condiciones para incendios, muchos de ellos intencionales o por negligencias», dijo Greenpeace el lunes en un comunicado.
«Es urgente que el Congreso de la Nación declare como delito penal tanto a incendios forestales como desmontes y sancionar en forma urgente la Ley de Humedales», agregó.
Hace más de 10 años que los ambientalistas vienen reclamando una Ley de Humedales, que regule cuáles son las actividades que pueden llevarse a cabo dentro de los territorios de humedales, pero el proyecto nunca fue aprobado en el Congreso.
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