Los sacerdotes de Moyobamba han instado al Papa Francisco a revocar la bendición a parejas homosexuales anunciada en la declaración "Fiducia Supplicans" de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
En un acto de desacato sin precedentes, 51 sacerdotes de la prelatura de Moyobamba, ubicada en la selva del Perú, han instado al Papa Francisco a revocar la bendición a parejas homosexuales anunciada en la declaración «Fiducia Supplicans» de la Congregación para la Doctrina de la Fe, publicada en diciembre pasado.
En una carta conjunta, los 51 sacerdotes expresaron su apoyo al obispo Rafael Escudero, quien prohibió a los clérigos realizar bendiciones a parejas del mismo sexo o en situaciones irregulares.
La misiva, hecha pública este martes 09 de enero, solicita al Papa Francisco que invalide la declaración Fiducia Supplicans, argumentando que provoca confusión y perplejidad.
«Ante la confusión y perplejidad que ha provocado la declaración, suplicamos al santo padre, el Papa Francisco, a quien reconocemos como Obispo de Roma y sucesor de Pedro, que anule la validez del documento (Fiducia Supplicans) y toda afirmación que permita la administración de sacramentos o bendiciones a personas en pecado mortal objetivo sin arrepentimiento y deseo de conversión», se lee en el comunicado.
Sin embargo, la cincuentena de sacerdotes enfatizaron que no están desafiando al Papa, destacaron su deseo de ayudar al Santo Padre en su misión de guiar al pueblo fiel.
«Nosotros, también envueltos en pecado, creemos firmemente que no hay mayor caridad que acompañar, a todo el que se nos acerca, hacia la plena comunión y la gracia que les hace herederos de la vida eterna. Mientras no llegan a ese deseo de conversión, siempre los hemos acogido cordialmente, respetando su proceso personal e invocando sobre ellos, individualmente, la bendición de Dios que les ayude a salir del estado en el que, con tanto dolor, viven», agregan.
Los sacerdotes subrayaron que su pronunciamiento no constituye un acto de rebeldía, su mensaje busca colaborar filialmente con el Papa Francisco en la dirección del Pueblo Santo de Dios.
«Que nadie piense que este mensaje nos sitúa en rebeldía, como lo están aquellos obispos y sacerdotes, especialmente de Europa central y norte, que desobedecen desde hace años, sin ningún recatolas enseñanzas inveteradas de la Santa Iglesia de Dios y de los últimos Papas, incluido el Papa Francisco, rompiendo la unidad de la Iglesia en la Verdad y en la Caridad mediante la administración ilícita y sacrílega de los sacramentos de Dios y abusando de su misericordiosa bendición. No pocos, además, propagan, sin esconderse, su pretensión de cambiar la Doctrina y la Moral secular de la Iglesia. Eso sí, es rebeldía, contra Dios, contra el Papa y contra el pueblo fiel».
Hasta el momento, ni la Conferencia Episcopal Peruana, ni el Arzobispado de Lima se han pronunciado al respecto.
El obispo Escudero, de nacionalidad española, emitió una diatriba contra Fiducia Supplicans, considerándola un abuso del Santísimo Nombre de Dios. Él argumentó que bendecir uniones homosexuales equivale a pecado y desorden, instando al Papa a rectificar esta posibilidad planteada en el documento eclesial.
En un país donde más de 1.7 millones de personas se identifican como no heterosexuales, la posición del obispo y de los sacerdotes refleja una visión conservadora. Según una encuesta citada por la Defensoría del Pueblo, el 19 % de los peruanos comparte la postura de Escudero, considerando la homosexualidad como una enfermedad.
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