ChatGPT es una herramienta poderosa, pero que hay que usarla con criterio y responsabilidad, verificando la veracidad y la relevancia de la información que proporciona, y contrastando sus opiniones con otras fuentes y puntos de vista. Veamos cómo hacerlo.
¿Cómo puede ChatGPT, el modelo de lenguaje artificial más avanzado del mundo, ayudar a líderes empresariales a tomar las mejores decisiones posibles? Un artículo de Harvard Business Review busca responder esta pregunta y empieza a citar a laa propia inteligencia artificial y su convincente respuesta: “Sí, puedo apoyarte en las decisiones de gestión proporcionándote información, hechos, análisis y perspectivas que pueden ayudarte a tomar una decisión informada”.
Sin embargo, ChatGPT también reconoce sus propias limitaciones, se indica en el artículo de Thomas Ramge y Viktor Mayer-Schönberger. “No obstante, es importante tener en cuenta que mi consejo y mis recomendaciones se basan en un análisis algorítmico de datos e información, y tú, como ser humano, todavía tienes que tomar la decisión final basándote en tu experiencia, conocimiento y evaluación de la situación”.
Para tomar una buena decisión, se indica, hay que seguir tres pasos:
Los modelos de lenguaje como ChatGPT pueden ayudar en cada paso del proceso. Pero no se trata solo de pedirle respuestas directas, sino de aprovechar su capacidad para asistir en el pensamiento. ChatGPT puede ayudar a pensar en aspectos que quizás se hayan pasado por alto, o en alternativas que quizás no se hayan considerado. Este desarrollo tecnológico puede ser una herramienta de divergencia, que ayuda a ampliar el campo de posibilidades y a generar ideas creativas.
Vayamos a un caso. Por ejemplo, si se quiere decidir el lanzamiento de un nuevo producto al mercado, se puede pedir a ChatGPT que proporcione información sobre el mercado potencial, la competencia, los riesgos y las oportunidades. Asimismo, se puede pedir a ChatGPT que genere una lista de pros y contras, o que sugiera posibles escenarios y sus consecuencias. Además, se puede pedir a ChatGPT que evalúe las opciones según diferentes criterios, como el beneficio esperado, el impacto social o el nivel de innovación.
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ChatGPT no es un oráculo infalible, sino un asistente inteligente. No puede reemplazar el juicio humano, sino complementarlo. No puede garantizar el éxito de una decisión, sino aumentar las probabilidades de acertar.
Por eso, es importante utilizar ChatGPT con criterio y responsabilidad. Hay que verificar la veracidad y la relevancia de la información que proporciona. Hay que cuestionar sus supuestos y sus conclusiones. Hay que contrastar sus opiniones con otras fuentes y puntos de vista.
ChatGPT es una herramienta poderosa para mejorar la toma de decisiones. Pero, como hemos visto, solo si se usa con inteligencia.
Y aprovechemos este espacio para hacer la mejor definición de ChatGPT. Le preguntamos a la misma inteligencia artificial y, en los siguientes dos párrafos, está su respuesta:
ChatGPT es un modelo de lenguaje artificial que utiliza una red neuronal profunda para generar textos coherentes y fluidos a partir de una entrada dada. ChatGPT puede conversar con los usuarios sobre diversos temas, responder a sus preguntas, asistirles en sus tareas y crear contenidos imaginativos e innovadores.
ChatGPT se basa en el modelo GPT-3, que es el modelo de lenguaje más grande y potente del mundo, entrenado con miles de millones de palabras de Internet. ChatGPT adapta el modelo GPT-3 a un contexto específico, utilizando datos e información de Bing, el buscador web de Microsoft. ChatGPT también incorpora elementos de personalidad, humor y creatividad para hacer la interacción más agradable y estimulante.
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