En su condición de vulnerabilidad, las personas con discapacidad tienden a sufrir más por el incremento de la temperatura.
Las altas temperaturas y la sensación térmica por encima de los 30° ponen en riesgo la salud física y mental de las personas, especialmente de aquellas con discapacidad, quienes son más vulnerables por su falta de acceso a la salud y a espacios públicos accesibles.
Las personas con discapacidad requieren atención especial durante las olas de calor, desde la hidratación constante hasta la adaptación de entornos para garantizar su accesibilidad, según especialistas. Para ello, la colaboración entre la comunidad, los cuidadores y las autoridades es necesaria para asegurar un entorno seguro y cómodo para todos, según Susan Gonzáles, decana de la Facultad de Salud de la Universidad Autónoma del Perú.
En el Perú, las personas con discapacidad se enfrentan a diario a barreras que limitan sus derechos humanos y su inclusión social. Las olas de calor son un desafío adicional para este grupo poblacional.
La especialista en salud resalta la necesidad de contar con profesionales en discapacidad y terapia física para la atención de las personas con discapacidad durante estas situaciones, ya que hay un aumento de lesiones y necesidad de asistencia.
En el Perú existe un déficit de terapistas del 30%. La nueva carrera de Terapia Física y Rehabilitación de la Universidad Autónoma del Perú busca contribuir al cierre de esta brecha, cubriendo las necesidades de la población en el día a día y mejorando la calidad de vida de quienes lo requieren.
Es fundamental brindar soporte, evaluar y rehabilitar activamente a los afectados por las olas de calor, ya sea a nivel físico, emocional y psicológico. La experiencia de un profesional de terapia física y rehabilitación contribuye significativamente a la recuperación y al restablecimiento de la calidad de vida de las personas afectadas.
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