Mientras que Paraguay, Brasil, Chile y México presentan niveles de satisfacción anímica superiores al 87%, Perú y Argentina se ubican en el extremo opuesto con un 68%.
Esta preocupante situación, que afecta a gran parte de la población peruana, tiene un impacto significativo en la salud física y mental, aumentando el riesgo de sufrir diversas enfermedades.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el estrés como la tensión mental o preocupación que surge como respuesta a desafíos o amenazas.
CAUSAS DEL ESTRÉS DE LOS PERUANOS
Las causas del estrés en Perú son variadas y pueden incluir:
Factores socioeconómicos: la pobreza, la falta de empleo, la inseguridad y la desigualdad social son importantes fuentes de estrés para la población peruana.
Factores laborales: largas jornadas de trabajo, exceso de responsabilidades, falta de reconocimiento y ambientes laborales hostiles pueden contribuir al estrés.
Factores familiares: problemas de pareja, conflictos con hijos, dificultades para cuidar a familiares mayores o dependientes pueden generar altos niveles de estrés.
Factores personales: problemas de salud, dificultades para conciliar la vida laboral y personal, eventos traumáticos o situaciones de duelo pueden aumentar el estrés.
¿CUÁLES SON LAS CONSECUENCIAS DEL ESTRÉS?
Las consecuencias del estrés no solo afectan al bienestar mental, sino que también pueden provocar diversas enfermedades físicas:
Enfermedades cardiovasculares: la hipertensión arterial, la arritmia cardíaca y el infarto de miocardio son algunas de las enfermedades cardiovasculares que pueden estar relacionadas con el estrés.
Enfermedades gastrointestinales: el estrés puede contribuir a la aparición de úlceras gástricas, gastritis y síndrome del intestino irritable.
Enfermedades dermatológicas: la psoriasis, el eccema y la alopecia son algunas de las enfermedades dermatológicas que pueden ser exacerbadas por el estrés.
Enfermedades del sistema inmunológico: el estrés puede debilitar el sistema inmunológico, aumentando la susceptibilidad a infecciones y enfermedades autoinmunes.
Trastornos del sueño: el insomnio, la apnea del sueño y el síndrome de las piernas inquietas son algunos de los trastornos del sueño que pueden estar relacionados con el estrés.
Trastornos mentales: la ansiedad, la depresión y el trastorno de estrés postraumático (TEPT) son algunos de los trastornos mentales que pueden ser causados o agravados por el estrés.
ESTRATEGIAS PARA CONTROLAR EL ESTRÉS
Algunas estrategias que pueden ayudar a controlar el estrés son:
Realizar actividad física: el ejercicio regular ayuda a liberar endorfinas, que son hormonas que tienen un efecto calmante y mejoran el estado de ánimo.
Practicar técnicas de relajación: la meditación, el yoga, la respiración profunda y el mindfulness son técnicas que pueden ayudar a reducir el estrés y la ansiedad.
Dormir lo suficiente: dormir al menos 7-8 horas por noche es fundamental para la salud física y mental, y ayuda a reducir el estrés.
Tener una dieta saludable: una dieta equilibrada y rica en nutrientes es esencial para mantener el cuerpo y la mente sanos y afrontar mejor el estrés.
Establecer límites: aprender a decir no y establecer límites en el trabajo y en la vida personal es importante para evitar la sobrecarga y el estrés.
Buscar ayuda profesional: si el estrés es intenso y no se puede controlar por sí mismo, es importante buscar ayuda profesional de un psicólogo o psiquiatra.
¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS DE ESTRÉS?
Si tienes algunos de estos sintomas, ponte alerta: