Threads luce muy similar a Twitter, con usuarios capaces de dar 'Me gusta', comentar y compartir publicaciones, así como usar su mismo nombre de usuario de Instagram.
(Con información de AFP)
Desde que Elon Musk se adueñó de Twitter hace ocho meses, usuarios irritados por el nuevo régimen de la plataforma han prometido irse a otro lugar en la red, aunque el hábito tuitero ha demostrado ser difícil de dejar.
Ahora Meta, la empresa matriz de Facebook, lanza Threads, su propia competencia para destronar a Twitter como la red social imprescindible para celebridades, medios y gobiernos.
A continuación, un resumen de las redes sociales aspirantes a suceder a la plataforma del pajarito.
Descrita como la «aplicación de conversación basada en texto» de Instagram, Threads de Meta ciertamente avivará la rivalidad entre el Twitter de Musk y el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg.
Threads luce muy similar a Twitter, con usuarios capaces de dar ‘Me gusta’, comentar y compartir publicaciones, así como usar su mismo nombre de usuario de Instagram. Contrario a Twitter, allí no hay etiquetas.
Un plan para hacer que Threads sea interoperable con otros rivales de Twitter como Mastodon está en pausa, por ahora, pero no está descartado.
Bluesky fue creada por el cofundador de Twitter, Jack Dorsey, y es muy popular en Silicon Valley y aún se encuentra en fase de prueba.
Dorsey le dijo a la cadena CNBC que experimentó un récord de alto tráfico el sábado luego de que Musk dijera que Twitter limitaría temporalmente el número de publicaciones que los usuarios pueden leer diariamente.
Bluesky también se ve y se siente como Twitter, y de hecho fue creada como un proyecto alterno en 2019 como una manera de pensar en una versión descentralizada de la plataforma, donde los usuarios -y no la compañía- tengan más control de sus datos personales y de la moderación de contenido.
También usa algo llamado Protocolo AT, que permite a la gente mantener sus identidades entre múltiples plataformas.
Desconocida para el público en general, Mastodon se volvió muy popular cuando Musk compró Twitter, pese a que está muy por debajo de los 200 millones de usuarios únicos de la red social del pajarito.
Fue creada en 2016 por el desarrollador alemán Eugen Rochko y es una red social descentralizada sin publicidad, donde la privacidad es sagrada.
Como Twitter, Mastodon también se basa en la publicación de mensajes cortos, pero cada nuevo usuario puede conectarse a un servidor -hay miles de ellos- operado de manera independiente. La experiencia es confiable, pero puede ser complicada.
Muchos nuevos usuarios se quejan de su interfaz poco intuitiva, resaltan la dificultad para crear una cuenta y el deficiente tiempo de respuesta, distinto del que gozan los sitios operados por los gigantes tecnológicos.
La moderación de contenido es un gran signo de interrogación, pues la red social la deja a discreción de los administradores de cada servidor.
En un acto de venganza, a comienzos del año Musk bloqueó brevemente los enlaces y los resultados de las búsquedas de Substack, el sitio que ayuda a escritores a monetizar su trabajo, luego de que el sitio lanzara Substack Notes.
Notes, como Twitter, permite a los escritores publicar piezas cortas de contenido como enlaces, imágenes y citas que ayudan a guiar a los usuarios al contenido pago.
Musk dio marcha atrás a su decisión pero desde entonces ha promocionado de manera vehemente las opciones que tiene Twitter para que los usuarios hagan dinero.
Substack Notes ha afrontado algunas críticas, pues no se sabe muy bien cómo gestionará la moderación del contenido.
Otras compañías incipientes también están atrayendo la atención, especialmente aquellas que apuntan a una audiencia específica.
Los sitios de derecha como Gab o Truth Social, la plataforma que lanzó el expresidente estadounidense Donald Trump, se posicionaron a sí mismas como alternativas conservadoras a Twitter, mucho antes de que Musk adquiriera esa red social.
Discord es una plataforma usada especialmente por usuarios de videojuegos que permite crear e invitar a salas de chat, donde los participantes sostienen conversaciones y comparten sus intereses.
El sitio ocupó los titulares hace unos meses luego de que un guardia nacional estadounidense de 21 años presuntamente usó el sitio para compartir en uno de sus chats documentos confidenciales de Estados Unidos que involucraban secretos de estado.
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