José Miguel Espino González participó de la reconstrucción de la escena del crimen como parte de las investigaciones de la Policía Nacional del Perú.
El asesinato del cirujano plástico Carlos Antonio Mendo Castillo, ocurrido el pasado 23 de febrero en la avenida Ramiro Prialé, en el distrito de El Agustino, ha tomado un giro inesperado con las recientes revelaciones de la Policía Nacional del Perú.
Las investigaciones permitieron identificar a los presuntos implicados, descartando la hipótesis inicial de un asalto para confirmar que se trató de un crimen planificado. De acuerdo a la versión de la PNP, José Miguel Espino González, asistente y amigo cercano de la víctima, es señalado como el principal sospechoso del asesinato.
En la carretera Ramiro Prialé, en El Agustino, José Miguel Espino González participó de la reconstrucción de la escena del crimen como parte de las investigaciones de la Policía Nacional del Perú. El asistente y amigo cercano de la víctima colaboró brindando detalles sobre los hechos, mientras las autoridades buscan esclarecer su presunta participación en el asesinato del cirujano plástico de 38 años.
Según la Policía Nacional del Perú, José Miguel Espino González habría planificado el asesinato con antelación, contratando a un ciudadano venezolano para ejecutarlo a cambio de 3.800 soles. Además, contó con la participación de un menor de edad, quien conducía la motocicleta utilizada para interceptar al cirujano plástico en plena vía pública.
El crimen se llevó a cabo en una zona sin cámaras de seguridad, lo que dificultó la obtención de pruebas visuales. Sin embargo, las investigaciones criminalísticas permitieron esclarecer el caso. Durante el operativo, las autoridades encontraron evidencias clave, como una prenda de vestir que el principal sospechoso habría usado el día del asesinato, lo que refuerza su presunta implicación en el homicidio.
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