Por qué una momia en Pensilvania recibirá un entierro adecuado tras 128 años

Una momia conocida como Stoneman Willie recibirá un entierro adecuado después de haber estado en exhibición en una funeraria en Reading, Pensilvania, durante 128 años.

El hombre no identificado fue un alcohólico que murió de insuficiencia renal en una cárcel local el 19 de noviembre de 1895. Según la funeraria Auman, fue momificado accidentalmente por un embalsamador que experimentaba con nuevas técnicas de embalsamamiento.

Vestido con un traje y una corbata de moño, el hombre se muestra en un ataúd con una banda roja cruzando su pecho. Su cabello y dientes permanecen intactos, y su piel ha adquirido una apariencia correosa.

Debido a que el hombre proporcionó un nombre falso cuando fue arrestado por hurto, la identidad de Stoneman Willie fue desconocida durante muchos años y las autoridades locales no pudieron localizar a sus familiares.

La funeraria había solicitado al estado permiso para mantener el cuerpo en lugar de enterrarlo para monitorear el proceso experimental de embalsamamiento, pero la funeraria Auman afirma que ahora ha identificado a Stoneman Willie utilizando documentos históricos y revelará su nombre más adelante cuando lo entierren. Hasta ahora no se sabía mucho sobre él, más allá de sus raíces irlandesas.

«No nos referimos a él como una momia. Lo llamamos nuestro amigo Willie», dijo Kyle Blankenbiller, director de la funeraria. «Se ha convertido en un ícono, una parte legendaria no solo del pasado de Reading, sino ciertamente de su presente», agregó.

Antes del funeral, la ciudad de Reading homenajeará al hombre que ha sido parte del folclore de sus calles durante generaciones.

El domingo, los residentes locales desfilaron por las calles para celebrar el 275 aniversario de Reading con un colorido desfile que incluyó un coche fúnebre de motocicleta llevando el ataúd de Willie.

Durante toda esta semana Willie estará en exhibición en la Funeraria Auman. El sábado, hará su último viaje por las calles de Reading y será enterrado en un cementerio local, donde finalmente se inscribirá su nombre real en su lápida.

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