Oraciones para reflexionar por el Día de Santa Rosa de Lima

Con la llegada de los últimos días de agosto, los peruanos ya se preparan para conmemorar el Día de Santa Rosa de Lima el miércoles 30 de agosto. La imagen de la Patrona de América y de la Policía Nacional del Perú, canonizada en 1671, es venerada hasta nuestros días.

Es por esa razón que en esta nota te mostraremos una recopilación de oraciones para recordar a Rosa de Lima en su día, las cuales podrás compartir con tus amigos y familiares en tus redes sociales o mediante la plataforma que desees.

¿QUIÉN FUE SANTA ROSA DE LIMA?

Rosa de Lima nació en la capital peruana el 20 de abril de 1586. Desde temprana edad, decidió llevar una vida de penitencia y oración, sometiéndose a rigurosas prácticas para demostrar su compromiso con la fe, pero también mostrando su vocación por ayudar a los demás

En el año 1606, se convirtió en monja de la orden terciaria de los dominicos. En aquella época, alcanzó notoriedad por la severa austeridad que practicó y por su devoción a la oración. En el huerto de su casa, llegó a edificar una ermita, donde pasaba las horas rezando, haciendo penitencia y labores manuales.

Algunos de los milagros que se le atribuyen son protección de la ciudad de Lima del corsario holandés Joris Spitberg, la lluvia de flores perfumadas ante el papa Clemente IX y la curación de enfermos con la imagen del Niño Jesús.

Murió el 24 de agosto de 1617, con solo 31 años. En 1671, fue canonizada por el papa Clemente X, convirtiéndose así en la primera santa de origen latinoamericano. La Iglesia Católica dispuso que su festividad sea celebrada el 30 de agosto.

ORACIONES PARA REFLEXIONAR POR EL DÍA DE SANTA ROSA

Santa Rosa de Lima, tú que supiste amar verdaderamente a Jesús con tu corazón generoso y que menospreciaste las vanidades de este mundo para abrazar su cruz desde tu más tierna infancia;

Tú, que entendiste que en medio de las tribulaciones llegan las gracias otorgadas por nuestro Señor y que son la verdadera escalera al cielo;

Haznos amar a Jesús, María y la santa cruz, como tú, ofreciendo este gran amor a los más necesitados, a los que necesitan nuestra misericordia y consuelo, sirviéndoles como si fuera el mismo Jesús.

Intercede por nuestras pobres almas para que, por la gracia de Dios, llevemos nuestra cruz con alegría.

Enséñanos a imitar tus virtudes para que, siguiendo tu ejemplo, disfrutemos de tu amorosa protección junto a nuestra madre María durante todo nuestro viaje al Cielo, para allí dar gloria a Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

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Santa Rosa de Lima, tú que sabías lo que era amar a Jesús con un corazón tan fino y generoso. Tú, que desde la infancia despreciaste las vanidades del mundo para abrazar su cruz. Tú, que amaste con infalible devoción a nuestra madre celestial. Oh, querida Santa Rosa, enséñanos a imitar tus mayores virtudes, para que nosotros, siguiendo tu ejemplo, disfrutemos de la gloriosa protección de Dios y de su compañía en el Cielo.

Santa Rosa, la más bella, te llenaste tanto del amor de Dios que te permitió dejar el mundo y ser libre para Él mediante la austeridad y de la penitencia. Por favor, ayúdanos a seguir tus pasos en la tierra para disfrutar contigo del torrente de las delicias de Dios en el cielo. Te lo pedimos por nuestro Señor, Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo, en unidad al Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

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Santa Rosa, rosa y reina del Perú”, encendida en el amor a Dios y a la fe, te apartaste del mundo y te entregaste a Cristo en medio de admirables penitencias.

Alcánzanos el camino de la verdadera vida para que lleguemos a gozar un día de los bienes eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

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Oh Dios omnipotente, dador de todo bien, que hiciste florecer en América por la gloria de la virginidad y paciencia, a la bienaventurada Rosa, prevenida con el rocío de tu gracia; haz que nosotros, atraídos por el olor de su suavidad, merezcamos ser buen olor de Cristo. Por Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.

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Bienaventurada Santa Rosa, dotada de brillantes cualidades y consagrada desde niña al Señor, sabiendo que por tu mediación se han obrado miles de milagros a favor de los que te invocan, acudo ante ti, suplicante, para solicitar tu poderosa ayuda en estos momentos.

Querida Santa Rosa, mira mis actuales infortunios y desdichas y consígueme del Altísimo lo que tanto necesito: (Hacer petición)

Gracias, querida Santa Rosa mía, sé que escuchas mis ruegos y harás lo posible por favorecerme.

¡Oh Santa Rosa de Lima! Tú que divulgaste el amor a la oración, haz que oremos sinceramente y con más frecuencia. Bendícenos y guíanos para que seamos fecundos en el servicio de dedicación y amor al prójimo, y encamínanos hacia el cielo, donde cantemos contigo eternamente, la gloria de nuestro Señor Jesucristo. Él, que Resucitado, vive y reina, por los siglos de los siglos. Amén.