Lo vieron por última vez parado en la puerta de su casa y, de pronto, Isaías Alca desapareció en San Juan de Lurigancho. Su madre lo buscó incansablemente durante casi un mes, hasta que finalmente fue encontrado; sin embargo, la alegría duró poco: algo en él había cambiado. Isaías no habla, no recuerda a su madre y no quiere contar qué ocurrió. Sara Ninive, madre de Isaías, pide ayuda para poder brindarle tratamiento médico y que pueda reconocerla.