¿Qué pasará con Donald Trump tras ser declarado culpable?

El último jueves, un jurado de Nueva York condenó a Donald Trump por todos los cargos en su caso de «dinero por silencio», a pocos meses de las elecciones en las que aspira a recuperar la Casa Blanca. Esta condena marca un evento sin precedentes en la historia de Estados Unidos, dado que Trump es el primer expresidente en enfrentar cargos penales.

La condena se centra en 34 cargos de falsificación de registros comerciales, relacionados con un pago de 130 mil dólares a la estrella de cine para adultos, Stormy Daniels, cuyo verdadero nombre es Stephanie Clifford, para silenciarla antes de las elecciones de 2016.

Trump podría enfrentarse a una pena de hasta cuatro años de cárcel por cada uno de los cargos de falsificación de registros comerciales. Sin embargo, los expertos legales consideran que es poco probable que enfrente tiempo tras las rejas. La expectativa es que pueda recibir una sentencia de libertad condicional. La posibilidad de apelación está sobre la mesa, y este proceso podría extenderse por meses.

La condena llega en un momento crítico, justo antes de la Convención Nacional Republicana en Milwaukee, donde Trump es el favorito para recibir la nominación formal del partido. A pesar de su condena, la ley estadounidense no impide que un individuo condenado aspire a la presidencia. Esto significa que Trump puede continuar su campaña presidencial, incluso si es sentenciado a prisión, lo cual, aunque improbable, no está completamente fuera de consideración.

ESTRATEGIA DE CAMPAÑA DE TRUMP

Desde que comenzaron sus problemas legales, de acuerdo a los medios de Estados Unidos, Trump se muestra con postura desafiante y de victimización, utilizando su situación para reforzar su narrativa de que es una víctima de persecución política. Fuera de la sala del tribunal, ha dado discursos diarios en los que denuncia los cargos como un ataque político destinado a desestabilizar su campaña.

Este enfoque ha resonado con su base de seguidores, quienes ven en su situación una confirmación de que el «sistema» está en su contra. Sin embargo, esta estrategia también tiene sus riesgos, ya que podría alienar a los votantes indecisos o moderados que podrían ver la condena como una señal de comportamiento poco ético o ilegal.

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